dimarts, 28 d’octubre del 2008

TÈCNIQUES

Nanos, em podeu fer un gran i allargat resum sobre què heu treballat a tècniques avui dimarts 28? Gràcies nanos! xD

dimarts, 21 d’octubre del 2008

Benvinguts a L'àgora de la UdG

Dono la benvinguda a tothom en aquest nou petit espai.

L'àgora de la UdG pretén ser un punt de trobada a la xarxa per tots els estudiants de filosofia de la UdG (Universitat de Girona) i un espai on tothom pot dir la seva, com per exemple penjar articles, imatges, videos documentals, obrir debats, exposar les seves idees, demanar ajuda, opinions, realitzar enquestes, comentar llibres o fragments de diferents autors... en fi, la idea és que això es converteixi una mica en la nostra plaça del poble.
Així doncs, m'agradaria convidar a tothom a participar activament en el blog. Per fer-ho, qui vulgui només cal que m'enviï un e-mail a la següent direcció: kaler0@hotmail.com Tot seguit us registraré com a autors del blog permetent-vos crear noves entrades i publicar comentaris. Ja veureu que és tot molt senzill i intuïtiu.

Per inaugurar el blog us penjo el fragment titulat "De los compasivos" de la segona part de l'obra "Así habló Zaratustra" de Friedrich Nietzsche. En aquesta obra l'autor explica la seva teoria del superhome, millor dit Übermensch, en alemany, a través d'un personatge anomenat Zaratustra que, tot i que no representa el personatge històric, serveix com a portaveu i símbol de les idees de Nietzsche i com a exemple, segons l'autor, de la filosofia presocràtica. A veure què us sembla.

Una abraçada a tothom,
Albert Calero.


De los compasivos
Amigos míos, han llegado unas palabras de mofa hasta vuestro amigo: «¡Ved a Zaratustra!
¿No camina entre nosotros como si fuésemos animales?»
Pero está mejor dicho así: «¡El que conoce camina entre los hombres como entre animales
que son!».
Mas, para el que conoce, el hombre mismo se llama: el animal que tiene mejillas rojas.
¿Cómo le ha ocurrido eso? ¿No es porque ha tenido que avergonzarse con demasiada
frecuencia?
¡Oh, amigos míos! Así habla el que conoce: Vergüenza, vergüenza, vergüenza - ¡ésa es
la historia del hombre!
Y por ello el noble se ordena a sí mismo no causar vergüenza: se exige a sí mismo tener
pudor ante todo lo que sufre.
En verdad, yo no soporto a ésos, a los misericordiosos que son bienaventurados en su
compasión156: les falta demasiado el pudor.
Si tengo que ser compasivo, no quiero, sin embargo, ser llamado así; y si lo soy, entonces
prefiero serlo desde lejos.
Con gusto escondo también la cabeza y me marcho de allí antes de ser reconocido: ¡y
así os mando obrar a vosotros, amigos míos!
¡Quiera mi destino poner siempre en mi senda a gentes sin sufrimiento, como vosotros,
y a gentes con quienes me sea lícito tener en común la esperanza y la comida y la miel!
En verdad, yo he hecho sin duda esto y aquello en favor de los que sufren: pero siempre
me parecía que yo obraba mejor cuando aprendía a alegrarme mejor.
Desde que hay hombres el hombre se ha alegrado demasiado poco: ¡tan sólo esto, hermanos
míos, es nuestro pecado original!
Y aprendiendo a alegrarnos mejor es como mejor nos olvidamos de hacer daño a otros
y de imaginar daños.
Por eso yo me lavo la mano que ha ayudado al que sufre, por eso me limpio incluso el
alma.
Pues me he avergonzado de haber visto sufrir al que sufre, a causa de la vergüenza de
él157; y cuando le ayudé, ofendí duramente su orgullo.
Los grandes favores no vuelven agradecidos a los hombres, sino vengativos; y si el pequeño
beneficio no es olvidado acaba convirtiéndose en un gusano roedor.
«¡Sed reacios en el aceptar! ¡Honrad por el hecho de aceptar!» - esto aconsejo a quienes
nada tienen que regalar.
Pero yo soy uno que regala: me gusta regalar, como amigo a los amigos. Los extraños,
en cambio, y los pobres, que ellos mismos cojan el fruto de mi árbol: eso avergüenza
menos.
¡Mas a los mendigos se los debería suprimir totalmente!158 En verdad, molesta el darles
y molesta el no darles.
¡E igualmente a los pecadores, y a las conciencias malvadas! Creedme, amigos míos:
los remordimientos de conciencia enseñan a morder.
Lo peor, sin embargo, son los pensamientos mezquinos. ¡En verdad, es mejor haber
obrado con maldad que haber pensado con mezquindad!
Es cierto que vosotros decís: «El placer obtenido en maldades pequeñas nos ahorra más
de una acción malvada grande». Pero aquí no se debería querer ahorrar.
Como una llaga es la acción malvada: escuece e irrita y revienta, - habla sinceramente.
«Mira, yo soy enfermedad» - así habla la acción malvada; ésa es su sinceridad.
Mas el pensamiento mezquino es igual que el hongo: se arrastra y se agacha y no quiere
estar en ninguna parte - hasta que el cuerpo entero queda podrido y mustio por los pequeños
hongos.
A quien, sin embargo, está poseído por el diablo yo le digo al oído esta frase: «¡Es mejor
que cebes a tu diablo! ¡También para ti sigue habiendo un camino de grandeza!» -
¡Ay, hermanos míos! ¡Se sabe de cada uno algo de más! Y muchos se nos vuelven
transparentes, mas aun así estamos muy lejos todavía de poder penetrar a través de ellos.
Es difícil vivir con hombres, porque callar es muy difícil159.
Y con quien más inicuos somos no es con aquel que nos repugna, sino con quien nada
en absoluto nos importa.
Si tú tienes, sin embargo, un amigo que sufre, sé para su sufrimiento un lugar de descanso,
mas, por así decirlo, un lecho duro, un lecho de campaña: así es como más útil le
serás.
Y si un amigo te hace mal, di: «Te perdono lo que me has hecho a mí; pero el que te
hayas hecho eso a ti - ¡cómo podría yo perdonarlo!»
Así habla todo amor grande: él supera incluso el perdón y la compasión.
Debemos sujetar nuestro corazón; pues si lo dejamos ir, ¡qué pronto se nos va entonces
la cabeza!
Ay, ¿en qué lugar del mundo se han cometido tonterías mayores que entre los compasivos?
iY qué cosa en el mundo ha provocado más sufrimiento que las tonterías de los
compasivos?
¡Ay de todos aquellos que aman y que no tienen todavía una altura que esté por encima
de su compasión!
Así me dijo el demonio una vez: «También Dios tiene su infierno: es su amor a los
hombres.»
Y hace poco le oí decir esta frase: «Dios ha muerto; a causa de su compasión por los
hombres ha muerto Dios»160. -
Por ello, estad prevenidos contra la compasión: ¡de ella continúa viniendo a los hombres
una nube! ¡En verdad, yo entiendo de señales del tiempo!
Mas recordad también esta frase: todo gran amor está por encima incluso de toda su
compasión: pues él quiere además - ¡crear lo amado!
«De mí mismo hago ofrecimiento a mi amor, y de mi prójimo igual que de mí»- éste es
el lenguaje de todos los creadores.
Mas todos los creadores son duros. –
Así habló Zaratustra.
156 Cita de la bienaventuranza de Jesús (Evangelio de Mateo, 5, 7): «Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.»
157 Véase, en la cuarta parte, El más feo de los hombres, cómo el propio Zaratustra practica esta doctrina
al encontrarse con el más feo de los hombres.
158 En la cuarta parte, La Cena, el mendigo voluntario recordará a Zaratustra esta frase.
159 Véase, en esta segunda parte, De la redención, donde Zaratustra aplica irónicamente esta doctrina a sí
mismo.
160 Los cuatro párrafos que van desde «Ay, ¿en qué lugar? ...» hasta aquí fueron colocados por Nietzsche
como motto al frente de la cuarta parte de esta obra. Y en el capítulo de esa misma parte titulado Jubilado,
Zaratustra pregunta con curiosidad al viejo papa si es cierto que Dios murió de esa manera: «de compasión
».